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martes, 10 de febrero de 2009

TODO SOBRE NEUMATICOS.

por:jc el mecanico->visita mi blog para que tu auto lusca como ninguno.

Son negros, redondos, están casi siempre sucios y no aportan demasiado a la imponente estética de cualquier coche moderno.

Sin embargo, su función es más importante que la de la mayoría de los componentes de un vehículo, tanto para su comportamiento como para nuestra seguridad.

Los neumáticos suelen ser los grandes olvidados de muchos conductores, cuando, en realidad, resultan el elemento de contacto definitivo entre el coche y el asfalto.

Si el estado de los neumáticos de nuestro coche no es el adecuado, su comportamiento tampoco lo será.

Una circunstancia que no sólo creará complicaciones en la conducción, impidiéndonos disfrutar de muchas de las cualidades de nuestro automóvil, también puede provocar accidentes de consecuencias imprevisibles.

Por este motivo, resulta esencial que el conductor tenga unas nociones básicas sobre las características de los neumáticos, su mantenimiento y utilización.

Una cuestión de presión

El primer aspecto a considerar es el de la presión, es decir, la cantidad de aire que los neumáticos contienen en su interior y que afecta de manera determinante a su funcionalidad.

Las encuestas señalan que tres de cada cuatro conductores no prestan atención alguna a la presión de las ruedas, cuando es una tarea sencilla y gratuita que nos puede evitar muchos disgustos.

Es necesario medir la presión con los neumáticos fríos, ya que de lo contrario el resultado no será fiable.

Es decir, deberemos ir hasta la estación de servicio directamente y a baja velocidad, dejando pasar unos minutos para que el sobrecalentamiento de ese recorrido desaparezca.

Hay que seguir las indicaciones del fabricante sobre la presión adecuada y tener en cuenta las recomendaciones en función de la carga del coche, además de considerar que los manómetros de las gasolineras no suelen ser absolutamente fiables.

Considerando este margen de error, es importante igualar la presión entre las ruedas de cada eje.

Si realizamos esta operación con cierta frecuencia, llegaremos a conocer las pérdidas medias de nuestros neumáticos, lo que nos permitirá reducir las mediciones a las estrictamente necesarias.
En cualquier caso, hay que comprobar las presiones siempre que vayamos a emprender un viaje.

El cambio, en el momento justoOtra tendencia bastante extendida es la de prolongar el cambio de los neumáticos más allá de lo que aconseja su desgaste.

Un hábito muy peligroso porque puede provocar reventones que desemboquen en un accidente, además de ser motivo de sanción si se sobrepasan los límites indicados por la DGT.

La ley marca que la profundidad mínima del dibujo de una cubierta debe ser de 1,6 milímetros, pero la prudencia apunta a un límite de 3,5 milímetros para la sustitución. Todo lo que quede por debajo de esa cifra entra ya en el terreno del riesgo.

Además, deberemos permanecer atentos a otro tipo de deterioro de la goma, como cortes o deformaciones, y saber que los neumáticos también pueden perder parte de sus cualidades en largos periodos de inactividad.

Es decir, si tenemos un coche parado más de un año sería conveniente acudir a un centro especializado para que nos revisen las ruedas, incluyendo el equilibrado y el paralelo.

Los neumáticos disponen de unas señales de desgaste que aparecen cuando la goma alcanza unos límites en los que se funcionalidad ya no es la deseable, comprometiendo el comportamiento del vehículo en seco y sobre todo en mojado.

De todos modos, insistimos, mejor es no esperar a la aparición de esos testigos antes de que sea demasiado tarde.

El código de un neumático

Para entender mejor las características de los neumáticos es conveniente conocer el significado de su código.

Se trata de una numeración que nos indicará las dimensiones y el tipo de cubierta que monta nuestro coche y que deberemos mantener inalteradas, salvo con muy pequeñas variaciones.

Vamos a interpretar este jeroglífico con el ejemplo de un neumático 205/60 R 16 H.

205: Este dígito señala la anchura del neumático expresada en milímetros.

60: Relación entre la altura y anchura del lateral o perfil.

Por eso se habla de neumáticos de perfil bajo o alto.

R: Estructura del neumático. R indica radial, la mayoría en los coches actuales.

16: Diámetro de la llanta (lo que es lo mismo, el orificio del neumático) en pulgadas.

H: El código de velocidad, indica la máxima que puede alcanzar ese neumático.

La superior es ZR, por encima de 240 km/h. ahorrar en otra cosa

Una tentación que debemos evitar es la de ahorrarnos unos eurillos en la compra de neumáticos.

Lo que está en juego es demasiado importante como para mostrarnos cicateros con este asunto.

Algunos puntos de venta ofrecen productos reciclados, neumáticos usados procedentes de coches accidentados o dados de baja; se trata de una opción únicamente aconsejable si el neumático ofrece las máximas garantías, si su desgaste es mínimo y no presenta deterioro aparente.

En caso contrario, aconsejamos hacer el esfuerzo y comprar neumáticos a estrenar.

Dentro de las marcas generalistas de prestigio, la calidad y la fiabilidad están aseguradas.

Existen pequeñas diferencias de precios entre ellas y también entre sus distribuidores, así que un buen estudio de mercado nos permitirá elegir el producto que más se adapte a nuestras necesidades.

Es mejor que las cuatro ruedas sean del mismo fabricante y modelo; sólo de forma excepcional se podrían mezclar cubiertas de diferente procedencia en ejes aislados, es decir, las delanteras y las traseras tienen que ser idénticas.

En los últimos años han proliferado las marcas del sureste asiático.

No suelen presentar problemas, aunque su menor precio se deja notar en una calidad general también algo inferior, que afecta tanto a su comportamiento dinámico (menor adherencia o rigidez de carcasas) como a su duración.

Así que atención a este detalle, porque a veces lo barato puede resultar caro.

Lo que nunca hay que olvidar

El dibujo debe tener una profundidad que garantice su trabajo.

La presión debe ser en todo momento la adecuada.

Los neumáticos antiguos pueden presentar defectos aunque no se hayan utilizado.

Muchos fabricantes cifran entre 50.000 y 75.000 kilómetros la horquilla para la sustitución de sus neumáticos.

Una conducción suave, sin maniobras bruscas o actitudes agresivas al volante prolonga la vida de las ruedas.

No es nada aconsejable comprar sólo por el precio, sin tener en cuenta las garantías de una marca y sus productos.

Los especialistas del sector están cualificados para asesorarnos en la compra en caso de duda.

Cuando se cambien los neumáticos es necesario realizar un control de la geometría de las ruedas (equilibrado y paralelo).

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